Azahara G. Peralta (Granada, 1981), más conocida en el ámbito profesional como Azahara TIC, fue una de las responsables de facilitar los talleres del Encuentro creActivo que tuvo lugar en el municipio granadino Armilla al comienzo del proyecto EducAcción. Socióloga especializada en eLearning, ha ido orientando su carrera hacia la gamificación educativa y el aprendizaje basado en juegos. Así es como pone todo su conocimiento docente al servicio de la iniciativa, la participación y la creatividad de su alumnado, como hizo en el campamento. Hemos hablado con ella para saber cómo vivió aquella experiencia y conocerla un poco mejor.
Pregunta: ¿cómo fue tu experiencia en el Encuentro CreActivo?
Azahara TIC: Fueron tres días muy intensos y a la vez muy productivos, lo pasamos bien y se trabajaron emociones. Para mí fue una experiencia fabulosa, de la que me quedo con la coherencia, tanto por parte del equipo de Farmamundi que lo estuvo diseñando con muchísimo cariño, como de las personas que facilitamos los distintos talleres y las propias participantes. Me encontré con gente muy implicada, del todo creyentes en esa diversidad (en todos los sentidos), con una capacidad empática tremenda y una madurez que impresionaba en el caso de las adolescentes.
P: ¿Qué destacarías del grupo de jóvenes con el que hiciste el taller de gamificación?
AT: Yo suelo trabajar con personas adultas, pero a estas jóvenes no les exigí menos. Tuvieron algún momento de nerviosismo, pero es habitual que, con el lienzo en blanco, llegue el agobio pensando que no se va a conseguir nada, sobre todo si es la primera vez que se trabaja en un proceso creativo. Pero supieron superar esa leve tensión y los juegos que se idearon son de una calidad asombrosa; de hecho, solo se pensaba hacer el prototipo profesional de uno de ellos, y finalmente se va a hacer con dos.
P: ¿Cómo ha sido el hecho de trabajar la creación de juegos sobre temáticas relacionadas con salud?
AT: Pues ya antes había realizado talleres de gamificación en el ámbito de la salud, en concreto para la Escuela Andaluza de Salud Pública, pero sin atender aspectos específicos de este encuentro como la diversidad o los derechos sexuales. En ese sentido, colaborar en EducAcción sí ha supuesto un reto para mí, puesto que carecía de formación específica, pero he aprendido mucho con el equipo técnico de Farmamundi y los materiales que nos facilitaron. Ya en el campamento, tuvimos en cuenta las fantásticas dinámicas que habían desarrollado en los días previos y tratamos de adecuar el taller a aquellas. Por ejemplo, la elección de una narrativa la enfocamos hacia el género de la distopía.
«Si no sabemos comunicar lo que hacemos, por muy bueno que sea, difícilmente podremos hacer que el resto de personas se contagien»
P: ¿Cómo acaba una socióloga dedicándose a la gamificación educativa?
AT: Yo siempre he tenido mucha vocación docente y también muchas inquietudes: el periodismo, la psicología, la lingüística… De hecho, siguen creciendo a medida que aumenta mi experiencia. Finalmente hice Sociología, que me encantaba, pero fue un tiempo después cuando descubrí la gamificación en un grupo de investigación de Granada. Ya había hecho formación para el empleo y de forma intuitiva solía introducir el juego en mis talleres, pero este tema me fascinó y no en vano le dediqué mi proyecto de fin de máster.
R: ¿Cuál es tu foco profesional de interés en la actualidad?
AT: En los últimos tiempos me estoy desarrollando mucho hacia la vertiente comunicativa y expresiva: preparación de grupos y laboratorios de creación, narrativas y presentaciones para equipos… Es algo que estoy disfrutando mucho, porque si no sabemos comunicar lo que hacemos, por muy bueno que sea, difícilmente podremos hacer que el resto de personas se contagien y comprendan la potencia de nuestros proyectos.
P: ¿Qué consejo darías a quienes quieran participar en el Concurso creActivo ideando un proyecto de juego de mesa?
AT: En primer lugar, yo les propondría identificar una necesidad, en cuanto a la temática del juego, que fuese realmente relevante. También que cuidaran mucho la narrativa, que pensaran a quiénes va dirigido y que la estética fuera acorde a eso, y por supuesto que lo defiendan con mucha pasión y con toda la originalidad posible. Es más, si pueden presentarlo siendo fieles a la narrativa de la propia pieza, mejor que mejor: por ejemplo, si está basada en una temática detectivesca, puede venirnos bien presentarlo con una estética tipo CSI. Es una forma de que quien valore el juego se sumerja en esa narrativa y viva el juego como suyo.